Los niños son como esponjas. Todo lo ven, todo lo sienten y todo lo imitan. Por eso, es importante aprender a enseñarles de una forma emática y emocional, sin acudir a los castigos ni reproches, sino mediante ejemplos y conversaciones. A continuación, os mostramos cinco claves para educar a vuestro hijo con empatía:
- Vale más un ejemplo que mil reproches: En ocasiones, nos centramos en reprochar a nuestro hijo lo que no hace bien o sermonear sobre cómo es la forma correcta para hacer las cosas, pero no damos ejemplo de ello. Por eso, es más importante el enseñar con hechos cómo se hacen las cosas, en lugar de sermonear o conversar sobre la forma correcta de actuar. No olvidemos que nuestros niños verán e imitarán todos nuestras acciones.
- Marcar los límites: Es importante enseñar a nuestro hijo a separar los sentimientos de la acción. Las normas tienen que ser claras y coherentes y con explicaciones lógicas. Marcar los límites de forma clara y explicando los conceptos es importante para que entiendan bien las normas y actúen en consecuencia
- Permitir la experimentación: Aunque sepamos que algunas decisiones son equivocadas, es importante que dejemos experimentar a nuestro hijo para que compruebe por sí mismo qué cosas son correctas y cuales no. La sobreprotección nunca es recomendable porque acostumbramos a nuestro hijo a no correr riesgos.
- Reconocer nuestras equivocaciones: Es importante que nuestros hijos entiendan que no somos perfectos y como tal, también nos equivocamos. Es importante reconocer nuestros errores y hacer ver que errar es parte del aprendizaje.
- Reforzar las buenas acciones: Es mejor reforzar las buenas acciones que reprender las malas acciones. Los refuerzos positivos, gestos de cariño y estímulos ayudan a educar a nuestros niños más que los castigos por los malos comportamientos. Es importante no utilizar palabras erróneas o insultos, ya que pueden dañar mucho y tienen un fin contrapuesto al que queremos enseñar. Por eso debemos ser generosos con nuestros hijos a la hora de educar y sobre todo, tener mucha paciencia.
