La fisioterapia ofrece importantes beneficios para la salud. Es una alternativa natural, terapéutica no farmacológica, que puede ayudar a prevenir, diagnosticar e incluso tratar algún tipo de dolencia, lesiones, enfermedad crónica… además, también presta atención en la restauración del movimiento y la fuerza para conseguir la restauración del individuo.
El responsable de llevar a cabo la fisioterapia es el fisioterapeuta, una persona que, tras una formación universitaria, realiza una serie de terapias en combinación con conocimientos de orden bio-psico-social. Se ha demostrado científicamente que el uso de estas terapias es más que beneficioso para pacientes que están en riesgo de perder la movilidad.
Sus beneficios son muchos: alivia el dolor, mejora la movilidad y la fuerza muscular, controla y previene el deterioro físico, mejora las funciones básicas del organismo, consigue una mayor flexibilidad, ayuda a mantener en buenas condiciones a las articulaciones, previene y combate las lesiones, mejora la recuperación tras una cirugía y, además, consigue buenos resultados en el tratamiento de la tendinitis, roturas fibrilares, ligamentos de rodilla y/o menisco y esguinces de tobillo.
La fisioterapia aporta tanto beneficios que es aconsejable acudir a ella para tratar problemas asociados a distintos sistemas de nuestro cuerpo, como el musculoesquelético, linfático, respiratoria o neuromuscular.
Por otra parte, es muy recomendada en casos de asistencia pediátrica, embarazo y post parto. Los ejercicios de suelo pélvico se están volviendo cada vez más populares puesto que son muy fáciles de realizar y sus beneficios para la mujer son muchos.