Aunque hay algunos factores que pueden influir notoriamente a la hora de aprender idiomas, ¿es correcto decir que algunas personas tienen más facilidades que otras a la hora de aprender un nuevo idioma?
Algunos expertos sostienen que hay circunstancias bajo las que una persona puede, o no, aprender rápidamente un idioma, por ejemplo de carácter ambiental (es decir, si estamos expuestos o no a más de una lengua).
«Tener buen oído» es otro de los argumentos que suelen escucharse, no obstante, es un concepto demasiado abstracto como para sustentar una teoría en base al mismo. Además, remite a la capacidad oral y a la pronunciación más que a un conocimiento amplio del idioma (gramática, vocabulario, etc.).
En tercer lugar está la edad. Es cierto eso que se suele decir de que los «niños son esponjas», pero más que la edad, es importante tener un cerebro entrenado. Por eso, quien ya sabe dos idiomas, es más fácil que se lance a aprender un tercero. Pero en realidad todo es una cuestión de voluntad. Y de práctica, claro, como en casi cualquier arte o ciencia.
Las apps para aprender idiomas tienen un uso cada vez más extendido. Presentan una clara ventaja, y es que, algunas de ellas ofrecen lenguas que no son lo «suficientemente populares» o habladas como para encontrarlas en una academia normal.
Si bien es cierto que el aprendizaje mediante estas apps puede adaptarse por completo a nuestra rutina, no es conocimiento completo el que se adquiere. Es por eso que se postulan como una buena opción siempre y cuando sea complementaria a métodos de estudio tradicionales.
Pero complementaria no quiere decir que se usen de manera excluyente -que mientras estés en clase no puedas utilizar el móvil, por ejemplo- sino que cada vez se apuesta más por un uso integrado de las mismas. Así también se garantiza que, con el uso de estas herramientas, sea más fácil combatir la «pereza» o falta de motivación.
El empleo de este tipo de aplicaciones sirven precisamente para ilustrar que no hay barreras a la hora de aprender un idioma (pues las utilizan personas de múltiples y diferentes cualidades), y que, con un buen programa, todos podemos con ello. Acudir a una buena escuela es importante, ya que nos adaptará su oferta a nuestras necesidades y elaborará un plan personalizado que facilitará mucho la aventura de aprender una nueva lengua.
