El mejor modo para mejorar el funcionamiento psicomotriz es manteniendo unos hábitos de vida saludables. Más de un 8% han crecido los niveles de obesidad en los niños con diversidad funcional, llegando a tener más problemas conforme a la edad adulta de estos niños. El incremento de una lesión ósea de los adultos con diversidad funcional se debe a la bajada de la densidad ósea del 50%.
El ejercicio hace que se lleve una vida saludable y que mejore autoestima o desarrollar habilidades. El desarrollo de ejercicio y deporte con niños de diversidad funcional ha de comenzar sobre los 6 años. El papel de médicos y fisioterapeutas para la realización de actividades físicas es importante a la hora de que estos comiencen en la práctica del deporte adaptado.
Esta parte es importante para sus progenitores, pues se les hace ver la necesidad de que realicen actividades deportivas. Además, existen en España numerosas organizaciones que hacen que empaticen con las actividades deportivas como Federaciones de Deporte Adaptado.