La salud mental de nuestros pequeños es muy importante y es una edad de desarrollo cognitivo en el que podemos prevenir sus terribles consecuencias. Sin embargo, hoy en día son cada vez más comunes los trastornos mentales en edades muy tempranas y deben ser detectados cuanto antes. Aquí les dejamos los más frecuentes:
Ansiedad
Sentir miedo y preocupación que no son típicos en los niños de su edad
Depresión
Estar desesperanzados y no disfrutar ni mostrar interés por nada
Trastorno de oposición desafiante
Cuando los niños se portan mal continuamente, causando así de serios problemas en la casa, la escuela o con los compañeros (se da antes de los 8 años, pero no más tarde de los 12)
Trastorno de la conducta
Cuando el niño muestra patrones de agresividad y se salta normas o incluso la ley
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
Pueden presentar dificultades para prestar atención, controlar conductas impulsivas o pueden ser demasiado activos. Aunque no tiene cura, se puede controlar eficazmente y algunos síntomas pueden mejorar a medida que el niño va creciendo
Síndrome de Gilles de la Tourette
Consiste en «tics» que no controlan voluntariamente, siendo estos espasmos, movimientos o sonidos frecuentes y repentinos
Trastorno obsesivo-compulsivo
Cuando los pensamientos no deseados, y los comportamientos que se sienten obligados a hacer debido a esos pensamientos, suceden con frecuencia, ocupan mucho tiempo (más de una hora al día), interfieren con sus actividades o los hacen sentirse muy mal
Trastorno por estrés postraumático
Cuando viven un estrés muy intenso que les afecta a largo plazo (más de un mes) interfiriendo en sus actividades diarias
Trastornos del Espectro Autista
Las personas que lo padecen suelen tener problemas con las destrezas sociales, emocionales y de comunicación. Es posible que repitan determinados comportamientos o que no quieran cambios en sus actividades diarias. Muchas personas con TEA también tienen distintas maneras de aprender, prestar atención o reaccionar ante las cosas.
Si crees que algún niño de tu entorno presenta alguna de estas características sería recomendable llevarlo a terapia psicológica y ver si es diagnosticado o no. Para ello, podéis contactarnos para concertar una cita psicológica.