La inclusión es muy importante y es bueno aprender desde pequeños. Y si se puede aprender leyendo, ¡mejor que mejor! Hoy en Lega Integra os traemos una lista de libros para que padres e hijos aprendan divirtiéndose juntos.
- Monstruo Rosa, de Olga de Dios (Apila Ediciones)
En este libro nos adentramos en la vida de un monstruo que siente que no encaja en su pueblo porque se siente muy diferente a los demás. Un día decide emprender un viaje en busca de un lugar en el que se sienta parte. Con sus diferencias y sus particularidades.
Es una historia ideal para aprender acerca de la diversidad desde la idea de la necesidad de ser siempre nosotros mismos y de no cambiar para ser aceptados por los demás. Es un cuento que también habla del respeto, de la búsqueda de la felicidad y de lo importante que es seguir nuestros deseos, desde el inconformismo, allá donde nos lleven esos deseos.
- Por cuatro esquinitas de nada, de Jérôme Ruillier (Editorial Juventud)
Sus protagonistas son figuras geométricas, todos son círculos, excepto un pequeño cuadrado. Cuadradito quiere jugar en casa de sus amigos Redonditos, pero no pasa por la puerta porque – ¡La puerta es redonda como sus amigos! «¡Tendremos que recortarte las esquinas!», le dicen los redonditos. «¡Oh, no! – dice Cuadradito – ¡Me dolería mucho!» ¿Qué podemos hacer? Cuadradito es diferente. Nunca será redondo.
Los pequeños círculos llegan a la conclusión que el problema no es su amigo cuadrado, sino la puerta, por lo que le recortan “cuatro esquinitas de nada” que harán posible que Cuadradito pueda entrar.
Este cuento para trabajar la diversidad les enseña a los niños que a veces, aunque nos esforcemos por ser como los demás, siempre hay algo que nos hace distintos. Y eso no debería ser un problema.
- Orejas de mariposa, de Luisa Aguilar (Editorial Kalandraka)
A lo largo de sus páginas conocemos a Mara, una niña con muchísima personalidad que debe afrontar como puede las burlas de sus compañeros por ser distinta a los demás. Ella no desiste en dar explicaciones y utilizar la imaginación para mostrar a los demás que nuestro físico, nuestra manera de vestir o nuestros recursos no pueden condicionar a ninguna persona.
Es un cuento muy veraz, sincero, con una carga emocional muy grande. Es un cuento perfecto para que entiendan que no hay nada malo en la diferencia y que debemos mantenernos firmes a la hora de defender nuestra personalidad. A no temer a los demás, ni lo que los demás puedan pensar de nosotros. En definitiva, un cuento que da valor a la autoestima.
- El jersey nuevo, de Oliver Jeffers (Editorial Andana)
La historia habla de los Huguis, que son todos iguales: tienen el mismo aspecto, piensan lo mismo y tienen los mismos gustos. Al menos aparentemente, porque un día a uno de ellos se le ocurre diferenciarse un poco.
A Ruperto se le ocurre la idea de tejerse un precioso jersey nuevo, lo que escandalizó a los Huguis. ¡¿Cómo se atrevía a ser diferente?! Todos lo criticaron. Al inicio, porque luego, poco a poco se fueron sumando a la idea y, se tejieron sus propios jerséis para ser diferentes de los demás. Cuando cada uno tuvo su jersey, ya no había nadie igual. Sin embargo, ¿basta un jersey para ser diferentes? ¿Volverán a ser todos iguales?
Es un cuento con valores ideal para reflexionar con los niños sobre la identidad personal y la identidad de grupo, así como para enseñarles que es importante seguir el propio camino aún a riesgo de que les etiqueten de diferentes. Este cuento sobre la diversidad cultural les enseñará que aspirar a algo diferente no es malo, al contrario, podría ser divertido e incluso aportar valor al grupo.
- El club de los raros, de Jordi Sierra i Fabra (Literatura SM)
Este libro infantil sobre la diversidad comienza con dos niños, Hugo, quien sufre tartamudez, y Bernardo, que tiene dislexia. A ambos, el matón de la clase les hace la vida imposible y les cataloga de “raros”. Entonces a los dos amigos, hartos de esa situación y necesitados de consuelo, se les ocurre una idea brillante: fundar un club donde se sentirán menos solos y más seguros.
Sin embargo, su sorpresa es mayúscula cuando descubren que no son los únicos que quieren formar parte de “El Club de los Raros”. Poco a poco los otros niños de su clase van reconociendo las cosas que los diferencian de los demás y piden sumarse al club. Al final, incluso el matón quiere unirse a ellos. Entonces todos comprenden que lo “normal” es ser “raro”. Aunque en ese punto de la historia ya nadie es raro porque todos se aceptan como son.
Este libro es un cuento con valores que todos los niños pueden releer varias veces a lo largo de su infancia pues toca temas sensibles como sentirse diferentes y marginados, abordando además el acoso escolar. Su mensaje final es muy positivo, ya que nos anima a aceptar lo que nos hace únicos, ser capaces de reírnos de nosotros mismos y, sobre todo, no acomplejarnos por los supuestos “defectos”.
- Max, el artista, de Marion Deuchars (Editorial Maeva Young)
Max es un pequeño pájaro de patas de alambre que no se siente aceptado por los demás por su físico e intenta buscar soluciones de lo más variopinto: ir al gimnasio, comer más para engordar sus piernas flacas, disfrazarse, pero nada parece ocultar su “defecto”. Un día visita un museo y el pequeño pájaro encuentra una solución a su problema en los cuadros que allí ve; momento, por cierto, que la autora aprovecha para rendir homenaje al arte.
En este libro tenemos una valiosa oportunidad para transmitir lo necesario que es aceptarnos a nosotros mismos, pero también de aceptar a los demás sin reparar en su físico, aunque no sea el canon de belleza aceptado socialmente.
- María, la alegría en la diferencia, de Teresa Coutinho (Editorial Ambolo)
La autora cuenta su propia historia personal: su hija María, que es una fantástica niña que pese a su parálisis cerebral no ha dejado de luchar por su inclusión. Se trata de una historia de superación.
Esta obra parte de la búsqueda de encontrar la forma de explicar a su hijo mayor, que tenía cuatro años cuando nació su hermana, qué suponía la discapacidad. Lo especial que era María. Y no es fácil muchas veces poner palabras a este tipo de historias.
Por eso, la historia de María es para él y para todos los demás niños y sus familias, para explicar lo que es la discapacidad, pero también para recordarnos que ser distinto es parte de la vida. Porque todos somos distintos, con nuestras virtudes y nuestros defectos, con nuestras capacidades y nuestras limitaciones.
Pepita es especial, de Fabiola Arroyo (Editorial Beascoa)
- A través de su cuenta de Instagram, @pepitamola, Fabiola, la madre de Pepita, con síndrome de Down, narra el divertido día a día de Pepita. En este cuento, la hermana mayor de Pepita cuenta su historia y la de su familia. Una historia de amistad, amor y diversión. Porque Pepita es una niña feliz que va al colegio, quiere a sus hermanos, baila flamenco y siempre saca una sonrisa a aquellos que tiene cerca.
Este libro narra una historia cotidiana y es un cuento perfecto para enseñar a los niños el respeto y cariño hacia otros niños que tienen capacidades diferentes. Es una lectura muy necesaria para los más pequeños de la casa.
- Pajarraco, de Jennifer Yerkes (Océano Travesía)
A través de imágenes Pajarraco nos enseña cómo vemos la diferencia, lo diferente, con el mensaje siempre a lo largo de sus páginas de que, aunque nos cause extrañeza, es vital el respeto a todo aquello que es así, diferente.
El relato se centra en la búsqueda de la propia identidad y el camino que muchas veces recorremos para sentirnos aceptados. Es un cuento fantástico para cualquier edad con el que podemos aprovechar para hablar de cuestiones como la importancia de mantener nuestra esencia, y de aceptar la riqueza de lo que es diferente a nosotros, con empatía y naturalidad.
- Tengo síndrome de Down, de Helena Kraljič (Ediciones Jaguar)
Este libro pretende de una manera sincera acercar a niños y a adultos a David, un niño con síndrome de Down. Aunque a primera vista pueda parecer diferente, le encantan las mismas cosas que al resto de los niños: le gusta garabatear, dibujar, crear. Y lo más importante: le encanta la vida.
El deseo de este libro es acabar con las creencias equivocadas sobre los niños con síndrome de Down, conseguir que un amplio número de lectores comprendan mejor de qué se trata y se normalice el trato con todos estos niños.
- Crescendo, de Susana Mattiangeli (Editorial Tramuntana)
Milo está acostumbrado a vivir sin música. Nunca la ha oído. De hecho, no sabe exactamente lo que es. Solo sabe lo que le han contado. En el pueblo de Milo la música se apagó hace tiempo, pero volverá de la mano del menos esperado.
El libro pretende demostrar que una discapacidad no tiene por qué ser una barrera. Es muy interesante para tratar la discapacidad con los más pequeños de la casa. Por desgracia, esta es una realidad que afecta a niños y adultos y que, a veces, no resulta sencillo comprender por parte de los más pequeños.
- Quisiera ser un coche. La silla de ruedas, de Carla Riba (Editorial Salvatella)
Pablo es un niño que hace una vida como cualquier otro, tiene amigos, juega, tiene un gatito. Sin embargo, no puede ir a ninguna parte solo pues necesita que alguien lleve su silla de ruedas.
Esta historia es una excelente forma de enseñar a los más pequeños que una discapacidad no es un impedimento y que debemos estar dispuestos siempre a ayudar en lo que se nos pida. Pero sobre todo es una historia en donde los sueños se hacen realidad cuando se está rodeado de gente que te quiere y muy buenos amigos.
- Wonder, la lección de August, de Raquel Palacio (Editorial Nube de Tinta)
August «Auggie» Pullman es un niño de 10-11 años que nació con el Síndrome de Treacher Collins, un trastorno genético caracterizado por malformaciones craneofaciales. Sus padres lo sobreprotegen y lo tratan como a un niño pequeño, lo que hace que algunas veces, su hermana mayor, Olivia, se sienta desplazada. Debido a varias intervenciones quirúrgicas y a los cuidados requeridos, nunca ha asistido al colegio, recibiendo enseñanza doméstica por parte de su madre.
Un día, sus padres discuten si August debe comenzar la escuela secundaria o no, decidiendo finalmente que debe asistir. El director del colegio Beecher les pide a tres estudiantes que asistan a la institución para mostrársela a August: Jack Will, Julian Albans y Charlotte Cody. Allí, el niño debe enfrentarse al rechazo inicial que su aspecto produce en sus compañeros.
Es una historia sencilla y tierna que ilustra la importancia de aceptar a los demás tal y como son.
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